La enfermedad de la retinosis pigmentaria: cuáles son las investigaciones que se están realizando
La retinosis pigmentaria (RP) es un grupo de enfermedades oculares genéticas caracterizadas por el daño progresivo de los fotorreceptores (fundamentalmente los bastones) y del epitelio pigmentario de la retina (EPR). A nivel funcional, los síntomas habituales son la pérdida progresiva del campo visual a la media periferia y la ceguera nocturna. Es la enfermedad hereditaria de la retina más frecuente, afecta aproximadamente a 1 de cada 4.000 personas y en una minoría de los casos se asocia a alteraciones neurológicas, metabólicas o cardíacas, entre otras
La causa de la retinosis pigmentaria es la mutación en uno o más genes que se encargan de formar las proteínas necesarias para el desarrollo de los fotorreceptores. Actualmente, más de un centenar de los aproximadamente 260 genes asociados con enfermedades hereditarias de la visión son responsables de la aparición de la retinosis pigmentaria. Si bien el aspecto del fondo del ojo permite hacer un diagnóstico preliminar, la mutación concreta y el patrón de herencia de la enfermedad (autosómica dominante, recesiva, ligada al cromosoma X) están relacionadas con el pronóstico visual del paciente.
En la actualidad, la identificación del gen responsable de la enfermedad es un aspecto fundamental del manejo clínico del paciente con retinosis pigmentaria, como ha apoyado la American Academy of Ophthalmology. Se estima que en tres de cada cuatro casos de enfermedades hereditarias de la visión se puede identificar el gen responsable1. Esto permite no solo la confirmación del diagnóstico, sino también establecer la correlación genotipo/fenotipo (vincular una determinada mutación en un gen específico con un aspecto concreto del fondo del ojo), ofrecer un pronóstico más acurado y, en el futuro más próximo, indicar un tipo de tratamiento u otro.
Un buen ejemplo de este último aspecto es la amaurosis congénita de Leber, una forma congénita de retinosis pigmentaria. Esta enfermedad está causada por mutaciones en el gen del RPE65, y representa la primera entidad en la que la FDA (Food and Drug Administration, la entidad responsable de la aprobación de nuevos fármacos en los EE.UU.) ha aprobado la terapia génica en una enfermedad ocular: Luxturna® (voretigene neparvovex, de Spark Therapeutics). Fundamentalmente, lo que hace este tratamiento es sustituir el gen anormal por una copia correcta del RPE65, de manera que se restablece al menos parte de la funcionalidad perdida. Esta estrategia se podría aplicar a otras formas de retinosis pigmentaria, y hay diferentes ensayos clínicos en marcha que utilizan este principio.
La terapia génica es muy prometedora cuando la enfermedad se detecta precozmente, antes de que se haya producido un daño extenso en el tejido retinal. Las alternativas terapéuticas en pacientes con daños más extensos implican el reemplazo del tejido perdido por injertos de nuevo tejido mediante, por ejemplo, el uso de células madre (células capaces de transformarse en cualquier tipo de tejido, como por ejemplo fotorreceptores o EPR, que entonces se implantan en la localización donde el tejido ya está degenerado)2. Otra alternativa para pacientes con un daño muy extenso y pérdida muy severa de la visión son los dispositivos de visión artificial como el Argus II® (Second Sight Medical Products)3, en el que los pacientes llevan unas gafas especiales en las que se monta una pequeña cámara con un procesador de vídeo que convierte las imágenes en unos patrones de estimulación que se envían a un microchip implantado en la retina.
En la actualidad, investigadores de la Barcelona Macula Foundation (BMF) han iniciado el proyecto DRUG4SIGHT* financiado por La Caixa con el IBEC (Instituto de Bioingeniería de Catalunya) y otras entidades de ámbito estatal para desarrollar nuevos fármacos en pacientes con degeneraciones de la retina. El paradigma de este proyecto es completamente diferente de las otras aproximaciones terapéuticas. Aquí se pretende descubrir y caracterizar una serie de fármacos que puedan estimular proteínas aún presentes en la retina degenerada y hacer actuar las células remanentes no degeneradas como fotorreceptores, células sensibles a la luz. Los resultados preliminares son prometedores, pero se deberá confirmar en modelos animales con un sistema visual más parecido al del ser humano.
Bibliografía
- Stone EM et al. Clinically focused molecular investigation of 1000 consecutive families with inherited retinal disease. Ophthalmology 2017; 124: 1314-31.
- Gagliardi G et al. Photoreceptor cell replacement in macular degeneration and retinitis pigmentosa: a pluripotent stem cell-based approach. Prog Retin Eye Res 2019; 71: 1-25.
- Da Cruz L et al. Five-year safety and performance results from the Argus II retinal prosthesis system clinical trial. Ophthalmology 2016; 123: 2248-54.
*El proyecto DRUG4SIGHT ha recibido el apoyo de “la Caixa” (ID 100010434), según el acuerdo LCF/PR/ HR19 / 52160010.
Autor: Marc Biarnés OD MPH PhD, miembro del equipo de investigación de la BMF.